17 enero 2009

Editoriales (Diario El Lector)

El negocio de la frescura

El servicio en sí más las comisiones correspondientes (en la mayoría de los casos sólo la empresa sabe de qué se trata), la deuda en sí más los intereses por darte la facilidad de tener esa misma deuda, más el seguro de desgravamen, más algún seguro que en algunos casos ni el usuario sabe que lo contrató, más el interés de un 1,9% de la deuda total cuando el bolsillo no alcanza para pagar dada cantidad y se atrasa, más el costo de las dichosas cartitas que llegan a domicilio, más el costo de la carta en que te avisan que estás atrasado con la deuda, más el costo por enviarte la boleta o factura a pagar, que en un caso específico fue de $5.800, donde el mismo beneficiario-afectado (ironías) vino hasta el Diario “El Lector” a quejarse, etcéteras y etcéteras (plural).
Es así como las empresas comerciales que nos dan ciertas facilidades para mejorar la calidad de vida, nos cobran no sólo por los beneficios, sino también por el supuesto favor y sus consecuencias.
Quién nos manda a endeudarnos, también. Pero es que a veces la vida misma, la actualidad en sí, las tendencias y otros factores siempre externos, nos van obligando a ponernos al día e ir adquiriendo ciertas cosas que en su momento no suponíamos que no eran tan necesarias y que, de a poco, nos costarían los dos ojos de la cara y un mal rato que nos echaría a perder el día. Pero las empresas siempre tienen la palabra precisa (la sonrisa perfecta) para hacernos titubear y cuestionarnos si es que no seremos nosotros los equivocados, si es que no estaremos haciendo el ridículo al reclamar que estoy debiendo 100 mil pesos que no sé de qué son. Entonces te cobrarían también por el tiempo que le estás haciendo perder a la señorita de nervios de acero.
Y así, suma y siguen los cobros excesivos e infundamentados que empresas comerciales, de telefonía, supermercados, etc., cobran a sus usuarios que de inocentes no tienen mucho pero eso no quita que sean víctimas de intereses ajenos.
Y es que las empresas te inducen al consumismo, pero luego, casi con una autoridad moralista, te castigan por lo mismo.


Todo por dinero

Hay por ahí buenas o malas lenguas que aseguran que el alcohol es la raíz de todos los males. Otros, con argumentos más que suficientes, señalan que no, que el dinero es la principal y destructora raíz. Claro, sin dinero no se puede comprar alcohol. Pero existe el lado opuesto en lo relativamente práctico: también el dinero puede ser la raíz de todos los bienes. Con plata se compran huevos.
Pero cuando se trata de ambición y avaricia desenfrenada, no hay disputa en cuestión.
Desde obsesionados juegos en las famosas máquinas tragamonedas y perseverantes juegos semanales de la lotería, hasta algunos que llegan a pedir dinero en las calles (sin mucha necesidad), a robar a hurtadillas, a asaltar sin importarles nada, a secuestras y a matar... a asesinar a sus padres, a un amigo, a un conocido... son los casos que se han visto en Chile, siempre por lo mismo ¿Qué puede haber actualmente más importante que eso? Por plata la gente trabaja, se desvela, se deprime, y puede llegar a hacer una innumerable cantidad de locuras.
La situación se escapa de las manos de los propios victimarios, su mentalidad y amor por la plata llega a un extremo en que no pueden controlar sus impulsos, todo es permitido cuando se trata de la guerra y el amor por el dinero. Luego, cuando reaccionan y se arrepienten, si es que lo hacen, ya es demasiado tarde para una sociedad que no perdona este tipo de cosas, aunque quizás haría lo mismo en un caso similar. Pero sus ojos se espantan, su boca se llena de inocencia y su conciencia, políticamente correcta, siempre dará a favor de la víctima.
Entonces, en este caso, el principal problema y tema que tratarán psicólogos y psiquiatras, es el desequilibrio emocional de las personas en una situación desesperada, es lo que se ha hecho para conocer la mentalidad de las personas y lo que falta por hacer para que su mal estado no influya en el mundo que estamos formando.


Tierra de artistas

En todas las ciudades existen, sí, pero nadie podrá negar que en Linares se da más que en ninguna otra parte. O, por lo menos, más que en ciudades aledañas. Payasos en zancos paseando por la plaza, malabaristas haciendo su show aprovechando la luz roja del semáforo, mimos expresando su amor a los transeúntes, individuos con implementos extraños haciendo performance en la calle, etc. Ya no nos parece extraño, pero el punto es por qué.
Linares por años se destaca silenciosamente por ser tierra de poetas, de pintores, escritores, actores, músicos. Amantes y aficionados a las artes. Esto se puede dar por varios factores, principalmente por jóvenes que se van a estudiar fuera de la ciudad y vuelven con ganas de hacer cosas nuevas, distintas, con la prejuiciosa y ya cliché creencia de que ‘en Linares nunca pasa nada’.
Y será, tal vez, porque Linares efectivamente es una tierra de soñadores y talentosos. Da a luz hijos ingeniosos, con afanes intelectuales, con aspiraciones artísticas, pero luego se los entrega en adopción a Talca, Chillán, Concepción, Santiago, Punta Arenas, etc., pues no tiene espacios para criarlos y ayudarlos a desarrollarse. Son esos hijos bastardos de Linares los que llenan de color y movimiento el verano, cuando vuelven a su ciudad natal, para luego marcharse, murmurando entre dientes que nadie es profeta en su tierra.
Se alejan en busca de apoyo y oportunidad, y ni siquiera pagamos pensión alimenticia. Los estamos perdiendo y llegará el momento en que, si sus esfuerzos dan frutos, ni siquiera reclamen por su apellido.

Bien común / mal común

Todas las esperanzas de una ciudad mejor, la gente común y corriente las coloca en las nuevas autoridades, especialmente ahora que están nuevecitos en sus cargos y con toda la buena voluntad (es de esperarse). Que la basura, que los perros vagos, que espacio para la cultura. Temas interminables en Linares y para los que sólo se necesita un poco más de unión y de conciencia social.
El alcalde y los concejales no son semi-dioses con la capacidad de resolver los problemas de un día para otro. Una casa no se ordena sola, pero tampoco permanece ordenada si unos cuantos limpian y el resto hace lo contrario.
Los ciudadanos somos todos hermanos, hijos de Linares, y debemos preocuparnos de mantener la ciudad en orden, lo que se consigue no sólo con un poco más de conciencia, sino también con el aporte de cada uno. Si nos molesta la basura, no ensuciemos y no permitamos que otros lo hagan. Si nos preocupa el tema de los perros vagos, no dejemos a nuestras mascotas en la calle, convirtiendo en un problema comunitario lo que podría ser una grata compañía. Si queremos arte, valoremos lo que tenemos en la ciudad y no estemos en espera de algo reconocido nacionalmente, dejando de lado a los tantos linarenses con ganas de expresarse artísticamente. Si ‘la sociedad actual es tan individualista’, acerquémosnos a nuestros vecinos y creemos lazos empáticos, no nos quedemos de brazos cruzados cuando veamos sufrir al resto, no le demos la espalda a alguien que ha cometido un error ni hagamos leña del árbol caído. Pero, más aún, no botemos nosotros mismos esos árboles.
La vida en sociedad está llena de reciprocidades, todos necesitamos de todos, nadie puede subsistir solo. Acción-reacción, estímulo-respuesta, causa-efecto. El bien común es comunitario (valga la redundancia), y si lo que se logra es mal común todos seremos víctimas de aquello.
No le dejemos todo a las autoridades, como pequeños niños que ante cada dificultad van donde la mamá para que se las solucione. Somos nosotros los protagonistas y los principales actores de una ciudad mejor.


Conciencia, señores, conciencia

Los desgarradores testimonios entregados por las madres de las niñas fallecidas en un accidente de tránsito, es para hacernos pensar como sociedad sobre las consecuencias que pueden tener nuestros actos, algunas de ellas fatales.
Cuando visitaron Diario “El Lector” tres madres de las cuatro menores muertas a raíz de un accidente ocurrido en junio pasado camino a Panimávida, dieron a conocer el gran dolor que les causaba no sólo la pérdida de sus hijas, sino que éstas hayan fallecido de manera tan injusta, cuando a penas empezaban a vivir y a causa de una irresponsabilidad ajena.
Frases como “somos personas que estamos envueltas en máscaras de hierro”, “la justicia qué quiere ¿que yo vaya y le dé un tiro o que me suicide?”, “si yo contara cómo estaba mi hija, con su cuerpecito todo quebrado”, “una como mamá se sacrifica tanto por sus hijos y que de la noche a la mañana mueran de esta manera, es muy difícil de entender”, “yo vivía con la muerte de la mano, pero tenía la esperanza que mi hija siempre iba a estar conmigo”, dejan ver el dolor y la impotencia de estas madres, al saber que sus niñas no merecían morir de esa manera, que no es justo que por la irresponsabilidad de uno, tengan que pagar sus hijas, ellas y toda la familia.
Hasta el cansancio se ha dicho que hay que ser prudentes para conducir, hay que tener conciencia de que no estamos solos en el mundo y que las consecuencias de nuestros actos la pueden pagar personas inocentes. Hasta cuándo sucederá este tipo de cosas, qué más necesitan las personas para actuar con mayor prudencia.
Carabineros fiscalizan y sancionan, las autoridades hacen llamados y amenazas, las instituciones entregan volantes y consejos. Si vas a tomar, entrega las llaves; si vas a conducir, no bebas. Es que al parecer, el alcohol también inhibe la inteligencia de los humanos, no sólo sus capacidades motrices.
¿Cuántas madres más tendremos que ver destruidas para que todos tomemos conciencia de esto y actuemos con prudencia?
Anda, vuelve a ser inteligente: piensa en tu prójimo.

Pudores de Chile

“¿Y tú cuánto ganas?”. Cri – cri- cri. “Lo suficiente”.
“¿Qué haría usted si supiera que se va a morir mañana?”. “Es una pregunta muy difícil de responder”.
“¿Conoces a alguien que tenga sida?”. “Está penado por la ley revelar eso, incluso preguntarlo”.
“¿Y cómo fue que murió tu abuela?”. “Es un tema bastante delicado y familiar”.
“¿Por qué quedaste repitiendo?”. “Los profesores me tienen mala”.
Y así, suma y siguen los temas que a la mayoría de los chilenos les cuesta tocar por un inexplicable pudor heredado ya desde hace muchos años.
El más recurrente de todos, es el tema del dinero, es algo que importa, pero que nos duele, que toca nuestro sensible orgullo, especialmente en una región donde los sueldos suelen ser bajos. Resulta de mala educación y mal gusto preguntarle a una persona cuánto gana. Y nunca dan una respuesta concreta: “un poco más del mínimo”, “sueldo base más comisión”, “lo normal - lo suficiente - bastante bien”. Nos cuesta decir “180 lukitas líquidas” y quedarnos semidesnudos a los ojos del resto.
Otro tema que, de hecho, es bastante delicado y, por mucho que uno tenga sentimientos verdaderos, a veces da miedo preguntar, es todo lo relacionado con la muerte. Es que el sufrimiento en este tipo de casos le da como cierto derecho al deudo a reaccionar como quiere. Y en el resto de las personas nace un tipo de recato en el que les preocupa tocar una herida abierta
Qué decir de todo lo relacionado con el aspecto sexual: “¿Cómo lo pasaste anoche?”. “No seas desubicado (a) – un caballero no tiene memoria – oye, eso es algo íntimo”. Y efectivamente es algo bastante íntimo y el que se llevó la parada de carros, cuando algún curioso le haga una pregunta similar, dará la misma respuesta.
Entonces se amplía el terreno de la llamada intimidad, dentro de una burbuja que cada vez está siendo más fácil romper, pero que algunos siguen guardando con recelo.
“¿Por qué no publicas lo que escribes?”. “Porque se revelarían datos de mi vida personal que no quiero que se manoseen, sería como mostrar la planta del pie en público”. Qué literario.

3 comentarios:

José Luis M. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
José Luis M. dijo...

"TIERRA DE ARTISTAS"

Todo arte que se produce en la calle, generalmente, está constituida por hombres que han tenido roces con la justicia, problemas de alcohol y vicios permanentes. Su salida y forma de alimentación es el Arte manual, cuya expresión raya en lo patético, simplón y anti-estético. (salvo milésimas excepciones)
Mi barrio, patio de poetas beodos, a menudo se instalan batucadas. Su sonido es un malestar. Su presencia es temeraria. Su causa es hilarante. "Estamos para constribuir, ya que no quiero estar más de la mano con el diablo y mandarme los medios saques de pasta, papito." "El arte está aca"

Sé que la Pantomima es una técnica peculiar y muy intuitiva. No obstante los mimos que se paran a elaborar este oficio, lo empañan.
Por molestar a la gente y sobarse los genitales, piensan que ya han preparado una exposición magistral. No caballeros. Es una disciplina compleja que, operando de una manera consciente, es capaz de manifestar la nobleza más pura del espíritu creador. Fórmula:

habilidad + imaginación + composición + creación - objetividad X atención + x - = - farándula + x + = + rigor = pieza.

Si faltan aperturas para crear, exhibir e interpretar bloques artísticos, es por fuerzas superiores. Una suerte de municipio - gobierno que posibilite financiar proyectos "abietos y/o transparentes" que cubran la necesidad de promoveer el talento de jóvenes locales.
Suena lindo, pero como teoría.
En consecuencia todo se condensa bajo la misma etiqueta: ARTE Y CULTURA MANOSEEADOS.

José Luis M. dijo...

Éste es un tema tabú que ni siquiera conviene debatir y publicar. Sin duda falta una mesa de diálogo y crítica.